viernes, 26 de junio de 2009

FOMENTAR EL GUSTO POR LAS MATEMÁTICAS

Extraído de una ponencia hecha en las instalaciones de la Biblioteca Universitaria “Raúl Rangel Frías” por María del Carmen Chamorro, investigadora española de la Universidad Complutense de Madrid.

Aprender matemáticas no es fácil, enseñarlas tampoco. La clave de las estrategias exitosas es generar un gusto por aprender las matemáticas.

Las matemáticas son aburridas y difíciles de entender porque no parecen tener una aplicación en la vida cotidiana de los niños que se acercan por primera vez a los problemas matemáticos.

Los métodos tradicionales de enseñanza de las matemáticas no permiten que se razone el porqué de las operaciones más elementales, por el contrario todo se realiza en forma mecánica sin conocer el porqué.

La clave está en hacerle creer al niño que está jugando a que el saltamontes se come la semilla; cuando en realidad está aprendiendo a multiplicar y dividir.

A través de un juego en el que un saltamontes sólo puede dar brincos de 4, 6 ó N número de casillas, los niños aprenden a multiplicar mientras ellos creen que sólo se trata de un juego. Se trata de encontrar en qué casilla colocar la semilla para que el saltamontes se la pueda comer; así a través del uso de figuras de papel y una recta numérica, razonan y encuentran por sí mismos cuáles son los múltiplos de cada número.No hay un sólo niño que se equivoque en la cuenta cuando compra golosinas. Las matemáticas son difíciles porque se plantean problemas que el niño no puede imaginar en su propio contexto e incluso, en ocasiones, los conceptos que se plantean ni siquiera los conocen.

Se requieren de métodos didácticos divertidos que creen en los niños un gusto natural por resolver problemas matemáticos, así como el razonamiento de los mismos y no sólo los métodos sistemáticos tradicionales.

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